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Lecciones de mcdonalds y mi experiencia personal

¿Un trabajo 'sin futuro'? Mi paso por McDonald's fue la base de mi carrera profesional. Te explico por qué.

Lecciones de mcdonalds y mi experiencia personal

Seguramente has escuchado que McDonald’s y algunos otros restaurantes de comida rápida son empresas explotadoras, que abusan de los empleados con bajos sueldos y se aprovechan de que necesitan el empleo.

Pero la realidad es otra. Lo que sucede es que los malos rumores corren más rápido que los buenos.

A mis 16 años, tuve la oportunidad de trabajar en McDonald’s y en otros restaurantes de comida rápida. Más que una oportunidad, fue una necesidad de la cual no me arrepiento para nada.

Según encuestas en plataformas como Glassdoor e Indeed, más del 60% de quienes trabajaron en McDonald’s recomiendan a un amigo hacer lo mismo. Y sí, muy probablemente el sueldo es un asco comparado con otros trabajos.

Sin embargo, considerando que este podría ser el primer empleo de la mayoría, es una excelente oportunidad para aprender habilidades blandas. La mayoría de los extrabajadores asegura que la atención al servicio al cliente aprendida allí ha sido clave para desarrollarse en otros trabajos mejor remunerados.

Y aunque no lo creas, esto no lo aprendieron bajo bonitas experiencias, sino todo lo contrario. Los clientes suelen deshumanizar a los empleados, tratándolos como máquinas. Basta con recordar cuando alguien pierde la paciencia porque su hamburguesa no salió en 30 segundos, como si estuviera en una Fórmula 1 de la comida rápida.

Y si no me crees, pregúntate: ¿cuántas veces has mirado a la cara a un cajero de McDonald’s, a uno de supermercado, o incluso al mesero que te atiende en el restaurante?

Si miras este tipo de trabajo solo desde la perspectiva salarial, por supuesto que estaría entre los peores del mundo, con sueldos que, según Indeed, suelen rondar entre el salario mínimo y un poco más, dependiendo del país. Pero vamos, que si el sueldo aquí fuera muy bien pagado, todo el mundo estaría trabajando en McDonald’s. Y, aparte de eso, las hamburguesas serían triplemente caras.

Por mi parte, aunque no lo creas, trabajar allí fue clave para entender cómo funciona la industria y la automatización para aumentar la productividad. Es exactamente lo mismo que hago en el desarrollo de software. Preparar una sola hamburguesa puede ser algo sencillo, pero preparar 12 hamburguesas, en menos de dos minutos, no solo requiere habilidades, sino procesos meticulosamente calculados.

No muchas personas entendieron esto después de trabajar en esta industria y se quedaron solo con la asquerosa experiencia de tener que limpiar baños y tratar a los clientes, sonriéndoles mientras te gritan a la cara.

Sin embargo, yo pude sacar todo lo mejor de allí. Hoy en día, muchas de las técnicas, procesos y habilidades que aprendí puedo aplicarlas en el desarrollo de software. Mucho después me di cuenta de que de esto se trata el estoicismo. Pero ese no es el punto de este post.

Para mí, ha sido una de las mejores experiencias de trabajo. Sin embargo, no puedo colocarlo en mi resumen curricular actual, ya que muchas personas no entienden el impacto que tiene esta experiencia en cualquier otra área laboral.

Capacitación, procesos y automatización. Eso fue lo que aprendí a mis 16 años y, hoy, 16 años después, sigo aprendiéndolo y sigo usándolo para seguir desarrollándome como profesional.

Así que, antes de menospreciar un empleo o patrón por su incentivo salarial, te invito a que veas todo el panorama y pienses en el futuro.

Recuerda, no se trata de dónde empiezas, sino de lo que eres capaz de construir con lo que aprendes en el camino.

La próxima vez que veas a alguien detrás de un mostrador, míralo a los ojos. Puede que ese sea el futuro líder, emprendedor o creador de algo grande.

Yo comencé limpiando baños y sirviendo hamburguesas; hoy desarrollo software y lidero proyectos. Y todo empezó allí.

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Jesús Eusse

Jesús Eusse

Ingeniero apasionado por la tecnología y desarrollo personal